domingo, 14 de marzo de 2010

Eagle vs Shark






Todo mundo, o casi todo mundo sabe de la existencia de Nueva Zelanda (aunque pocos podrían ubicarla en el mapa) gracias a la trilogía del Señor de los anillos dirigida por Peter Jackson. Mediante esta epopeya fantástica dimos cuenta de los maravillosos paisajes que nos ofrece este remoto país. Sin embargo en este lado del orbe, nuestro conocimiento sobre el cine neozelandés es muy pobre o nulo en muchas ocasiones, a excepción, quizá, de las dos películas rodadas en la década de los noventa que resaltarían en el escenario internacional: El piano (1993) de Jane Campion, y la brutal Somos guerreros (1994) del director Lee Tamahori, y que asestaría un duro golpe a las buenas conciencias mostrando la realidad violenta y desolada de las familias maoris.
Hasta mí llegó hace un par de semanas un DVD con un film neozelandés titulado Eagle vs Shark (que traduciré como Águila vs Tiburón; aunque no dudo que si llega a los videoclubs mexicanos, si es que llega, será bautizado con un terrible título en español). Esta película ha sido catalogada por la crítica bajo la ambigua etiqueta de comedia “Indie”, un tipo de comedia que, como su nombre lo indica, ha sido producida independientemente, pero que también se caracteriza por un humor un poco mas refinado y, en muchas ocasiones, con una estética inclinada hacia lo kisch.
Eagle vs Shark nos presenta una historia de amor atípica entre dos inadaptados, gloriosamente interpretados por Loren Horsley y Jemaine Clement.
Lilly (Horsley), una insípida cajera de un restaurante fastfood, espera ansiosa todos los días la visita de su amor platónico Jarrod (clement), un antipático nerd convencido de que es cool y que trabaja en una tienda de videojuegos. Las esperanzas de Lilly se ven favorecidas cuando es invitada, accidentalmente, a una fiesta organizada por Jarrod, donde todos tienen que ir disfrazados de su animal favorito. Ella asiste a la fiesta disfrazada de tiburón y él de águila. El interés de Jarrod es capturado por Lilly cuando, dentro del marco de la fiesta, ella demuestra sus habilidades para los juegos de video y decide invitarla a su cuarto para mostrarle sus velas hechas en casa. La velada culmina con un patético encuentro sexual.

Este es solo el comienzo de una relación turbulenta y risible, que se desarrollará gracias a un viaje al pueblo natal de Jarrod con el fin de que éste rete a su archirrival de la adolescencia y que nos revelará a su desarticulada familia.
Con un sentido del humor torpe, sutil y situaciones que rayan en lo absurdo, la película esboza personajes risibles pero a la vez entrañables, y nos enfrenta a sentimientos como el amor, soledad, la decepción y el dolor por la pérdida de los seres queridos.
Este es el primer largometraje del multitalentoso director Taika Waititi, sin embargo su nombre era conocido por una nominación al oscar en 1993 que consiguió gracias a su cortometraje Two cars, one night, y por su trabajo en la famosa serie de televisión Flight of the conchords.
Quizá el referente más cercano a este film sea la aclamada comedia Napoleon Dynamite (Jared Ness, 1995), pues ambas películas nos presentan antihéroes fracasados, abusados por la sociedad y que al final logran algo sin haber un cambio sustancial en sus personalidades o tener un aprendizaje moralista. Eagle vs Shark representa un deleite, una pequeña joya divertida y con un toque de originalidad que le otorga el haber sido concebida en una isla remota del pacífico sur.

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